jueves, 11 de febrero de 2010

ANALISIS FODA DE LA JAVILLA BASICA



Republica Dominicana
Secretaría de Estado de Educación
ESCUELA BASICA “LA JAVILLA”
LA JAVILLA, CRUZ GRANDE, SANTO DOMINGO NORTE, PROVICIA SANTO DOMINGO,
REPUBLICA DOMINICANA

ANALISIS DE
FORTALEZAS, OPORTUNIDADES, DEBILIDADES, AMENAZAS
DEL CENTRO
(FODA)


El presente es un análisis breve, no muy profundo de las fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas del centro educativo “La Javilla” en sus tandas diurna, vespertina y nocturna, las cuales intentamos superar con la aplicación de estrategias innovadora, aprovechando el uso de las tecnologías disponibles, aun no tengamos los aparatos necesarios para aprovecharlas desde el mismo centro; en tal virtud, hemos creado un website en GOOGLE, a la par que hemos habilitado un blog didáctico, educativo y cultural que sirve como espacio de consulta, no solo a nuestros estudiantes, sino, también al publico en general. También nos aprestamos a celebrar las fiestas patrias de manera diferente y dinámica a los fines de atraer a la juventud y a la comunidad en pleno al conocimiento y valoración de nuestros símbolos patrios y honra de los patricios que perecieron para darnos una republica libre y soberana

FORTALEZAS:

1.- Personal bien preparado y capacitado académica e intelectualmente.

2.- Comunidad que apoya en todo la gestión del centro.

3.- Algunos programas que pueden ser ejecutados ya perfilados:

a) Plan Educación integral.
b) Proyecto de Comprensión lectora y producción escrita.
c) Plan de recuperación de valores


OPORTUNIDADES:

1.- Una institución no lucrativa dispuesta a colaborar (ACOPRO)

2.- Conocimiento de una o varias agencias internacionales de desarrollo y/o cooperación no reembolsable a las cuales se puede acudir por ayuda.

3.- Existen muchos grupos artísticos dedicados al nuevo género del reguetón.

4.- Varios maestros con pleno conocimiento de la evaluación, diseño y construcción de proyectos, utilizando las técnicas y métodos del marco lógico.

DEBILIDADES:

1.- Varias aulas a punto de colapso.

2.- Electrificación deficiente, tanto en lo relativo a las conexiones, como a la potencia.

3.- Falta de laboratorio de informática.

4.- Pocas aulas para la gran demanda de un barrio en crecimiento.

5.- Equipos eléctricos dañados y deteriorados.

6.- Butacas y mesas deterioradas.

7.- Aulas con ventanales rotos.


AMENAZAS:

1.- Comunidad parcialmente narcotizada.

2.- Una comunidad sin instalaciones deportivas.

3.- No existen clubes ni grupos culturales.

4.- Hay gran desconocimiento del folklore dominicano.

Conclusión: Posible pérdida de horas-clase en caso de lluvia, apagones, huracanes, terremotos y otros, como también, pérdidas de vidas humanas, en el más grave de los casos.

CONCURSO LITERARIO


Republica Dominicana
Secretaría de Estado de Educación
ESCUELA BASICA “LA JAVILLA”
LA JAVILLA, CRUZ GRANDE, SANTO DOMINGO NORTE, PROVICIA SANTO DOMINGO,
REPUBLICA DOMINICANA


CONCURSO DE POESIAS Y ENSAYOS

Tema: Impacto de La Trinitaria en la historia dominicana.

BASES:

EN LA POESÍA

1.- El título de la obra queda a la creatividad de el/la autor(a).
2.- la extensión debe ser un mínimo de 4 estrofas a un máximo de 20.
3.- La versificación será conforme al estilo y gusto del autor.
4.- el trabajo debe ser presentado en 5 originales y en sobre lacrado amarillo.
5.- Las obras serán firmadas con un seudónimo escogido por el autor.
6.- el seudónimo y nombre real del autor deben ser presentados en hoja suelta dentro del sobre lacrado.
7.- el seudónimo debe ser un secreto solo del autor y los administradores del concurso.
8.- el sobre lacrado deberá ser firmado por fuera por el autor con su seudónimo únicamente.
9.- El trabajo deberá ser presentado a dos espacio en hojas de 8 ½ por 11

EN EL ENSAYO

1.- El título de la obra queda a la creatividad de el/la autor(a).
2.- la extensión debe ser un mínimo de 10 páginas a un máximo de 50.
3.- El trabajo deberá ser presentado a dos espacio en hojas de 8 ½ por 11
4.- el trabajo debe ser presentado en 5 originales y en sobre lacrado amarillo.
5.- Las obras serán firmadas con un seudónimo escogido por el autor.
6.- el seudónimo y nombre real del autor deben ser presentados en una sola hoja suelta dentro del sobre lacrado.
7.- el seudónimo debe ser un secreto solo del autor y los administradores del concurso.
8.- el sobre lacrado deberá ser firmado por fuera por el autor con su seudónimo únicamente.



NOTA: LA ENTREGA DE LOS TRABAJOS ESTÁ PAUTADA PARA EL DIA 24 DEL MES DE FEBRERO COMO FECHA LIMITE DE ENTREGA.

LA ENTREGA DE LOS PREMIOS EN CADA CATEGORÍA SE REALIZARÁ EN CEREMONIA PÚBLICA EL DIA 9 DEL MES DE MARZO DE 2010.
Para participar no hay edad, solo pertenecer a la comunidad educativa de La Javilla.

lunes, 8 de febrero de 2010

JUANA SALTITOPA


(Tomado del blog: Mi pais.Biografias )

Juana Saltitopa "La Coronela"
Retrato al óleo de Luis Miguel Gerardino Goico que se exhibe en el Museo Nacional de Historia y Geografía.

Juana Trinidad (Juana Saltitopa) nació, como su hermana Mercedes, en Jamo, sección de La Vega, durante la ocupación haitiana, en cuya época allí: "la agricultura prosperaba a pesar de la esterilidad del medio,... ", según un informe del Capitán Faustino Tapia, a cargo de dicha sección.

En medio de esa vida vegetativa creció esa muchachita Juana, vivaracha y saltarina, de donde le vino el mote de Saltitopa, pues le gustaba trepar árboles para recoger sus frutos y saltar de rama en rama. Su hermana Mercedes era por el contrario de temperamento sosegado y no era amiga de aventuras; sus actividades no rebasaron las ocupaciones caseras (Rufino Martínez).

Rufino Martínez dice: El apellido Saltitopa, tenido como tal hasta cumplido el siglo de la República, al extremo de que a una hermana de la heroína se la llamó Juana Saltitopa, no existió nunca; fue un mote ocasional por maneras personales de Juana,..." Y más adelante, refiriéndose a Mercedes, agrega: "Se tiene por muy posible o casi cierto que el apellido de esta hermana es Trinidad".

El historiador Ubaldo Gómez Moya, en una carta publicada el 22 de mayo de 1937 en "El Progreso" de La Vega, escribió (Despradel Batista):

Siendo yo niño oí a mi segunda madre Magdalena Sánchez de Espínola motejar con el calificativo de Saltitopa a las muchachas vivarachas. Sabrás que en aquellos tiempos una mujer en una tropa se consideraba de no buena reputación.

Y continúa Ubaldo Gómez Moya:

Bríjida Minaya -alias- Mamá Billa, Nazaria Santos Vda. Meléndez, Chicho Trinidad y Miguel Fernández la conocieron personalmente y me expresaron que ella era natural de Jamo de esta Común, de color indio y de regular estatura.

Juana era, cosa rara en su época, liberal, montaraz, ruda en sus gestos y sus acciones, e imponía sus criterios y sus deseos aún sobre los muchachones que hechos ya hombres se veían obligados a prestar el servicio de concrispción militar que imponían las autoridades haitianas al cumplir la edad de los 16 años.

Así se formaron las milicias cívicas de la Era de la Ocupación occidental. El Jamo no era una excepción y así vemos como Marcos Trinidad, para 1843 y con el grado de Capitán, era el Comandante de la Compañía de Milicianos del Jamo, cuya participación en las luchas independentistas, iniciadas un año más tarde, le darían fama y resonancia de ardoroso patriota y audaz combatiente. (Hungría Morell)

[Aunque Hungría Morell dice que Marcos Trinidad era tío de Juana (Rufino Martínez dice simplemente que Juana era parienta suya, Despradel Batista, en las biografías de Marcos Trinidad y de Juana Saltitopa, dice que eran primos hermanos.]

"Mujer de ya conocido carácter agitado e independiente, con pronunciada vocación para los lances propios de los hombres, Juana instantáneamente quedó afectada de ardor bélico que flotaba en aquel centro urbano [La Vega] mientras se construían apresuradamente defensas, se desempolvaban armas antiguas y se recolectaban machetes para esperar al Ejército Haitiano" (Rufino Martínez).

Cuando en marzo de 1844, las tropas haitianas se dirigen hacia Santiago, en esta ciudad se congregan tropas de comunidades vecinas, incluyendo de La Vega. "Llegadas las tropas de La Vega, entre las que figuraba la gente de Jamo, capitaneada por Marcos Trinidad, Juana, parienta suya, concurrió al cuartel de sus comarcanos con la resolución de participar en la esperada lucha como soldado. No se le veía más que en los grupos de la gente armada" (Rufino Martínez)

El 30 de marzo de 1844 al mediodía se inicia la batalla de Santiago. Juana en el fragor de la pelea ocupaba lugar entre los combatientes, estimulándoles con frases y ademanes de incitación. Secos por un instante los cañones de la línea de fuego donde ella actuaba, fue al río más de una vez a buscar el agua necesitada, mostrando un gesto de atrevimiento que por sí valía para mantener en alto la moral de la tropa" (Rufino Martínez).

Al respecto nos dice el historiador Dr. Alcides García Lluberes: "Tuvo suma importancia el papel que desempeñó la artillería en tan famosa jornada. Fueron las necesidades de aquella eficaz arma las que crearon las heroínas de la Batalla. Juana Saltitopa (a) La Coronela, fascina y obliga a que la secunde a todo una cohorte de abnegadas santiaguesas. ¿A dónde se dirigen? ¿Por qué estímulo son movidas? Las samaritanas van a apagar la sed a los monstruos de bronce que caldeados por la violenta y prolongada faena no podían ya seguir colaborando en la matanza... Algunos de los rechazados que se hallaban entre la ciudad y el río perecieron al vadear éste, el cual estaba crecido: las aguas del Yaque, que ya habían sido metralla en las cubetas de la Saltitopa y sus satélites, seguían matando a los enemigos de la Patria".

Dice Rufino Martínez: "Por su comportamiento insuflador de coraje en ese memorable día y los anteriores, los compañeros la llamaron en la adelante La Coronela, que fue su distintivo."

Terminadas las campañas libertadoras de la Independencia, las actividades de La Coronela fueron más de la vida privada que de la política. Esteban Aybar y Aybar, oriundo de San Cristóbal y soldado de la Independencia y de la Restauración, escribió en sus memorias (publicadas parcialmente por Despradel Batista):

"... la muerte que le dio una mujer de la vida, a un coronel haitiano, la cual se nombraba Merced y por mal apodo (a) Md. Sartaitopa, a esta la conocí anteriormente en Santiado por ser de allí, y el año 1952 la ví en Santo Domingo, ganando un sueldo de coronela, por el Gobierno, pero mas tarde Santana por su relajo, le privó del sueldo y empleo y la despachó otra vuelta para el cibao,..."

Casi siempre andaba, tanto en La Vega como en Santiago, acompañada por dos mujeres: Juana Colón, santiaguera, y Petronila Suárez, vegana (Despradel Batista).

En un artículo publicado en "El Progreso", de La Vega, el Dr. Jovino A. Espínola reprodujo el testimonio de Bríjida Minaya (Mamá Billa) (en Despradel Batista):

Sí; Juana en ese tiempo era una mujer más valiente que muchos hombres; te contaré que en una fiesta que dieron en la "La Jina Mocha", yo presencié que Juana tendió de una bofetada largo a largo en el suelo a Bartolo Pérez, porque este trató de abusar con ella echándole el brazo por el hombro y halándole una trenza. Debo decirte también que en Santiago ella peleó mucho contra los franceses prietos [haitianos]; en esas peleas Juana echaba para alante a los hombres que se acobardaban, atendía a los heridos, le pasaba agua a los combatientes para que calmaran su sed y refrescar los cañones, le llevaba pólvora en su delantal o en su pañuelo a los artilleros y les cantaba coplas a los soldados para que siempre estuvieran contentos y valerosos.

Yo recuerdo haberle visto un sablecito derecho, lo usaba terciado [señalándome del hombro derecho al costado izquierdo]. Oye, [me dijo], Juana era de Jamo, se mantenía aquí en el pueblo y podía ser mi mamá, yo entonces era muy jovencita, ella tendría como treinta años y no se quitaba de la cabeza su buen pañuelo de Madrás.

Fue un aciago día del inicio de la década de 1860 que Juana Trinidad, la Saltitopa, La Coronela inmortal, mientras regresaba de su lar nativo: su campiña del Jamo que jamás volvería a ver, murió oscuramente asesinada entre Nibaje y Marilópez, camino hacia y en las cercanías de Santiago de los Caballeros, el hidalgo pueblo que adoptó como suyo tras de haberse consagrado allí como una protagonista epónima, casi legendaria, de la gesta gloriosa de la Batalla de Santiago del 44. (Hungría Morell)


Petronila Gaú

Otra heroína de la Guerra Domínico-Haitiana es Petronila Gaú, de la cual se tiene menos informaciones (prácticamente nada) que lo conocido sobre Juana Saltitopa. Mientras Juana actuó durante la primera campaña, Petronila se distinguió en la Cuarta Campaña, al finalizar la Guerra.

Rufino Martínez dice: De Montellano, Sección de Sabaneta, en la Línea Noroeste. Actora en las refriegas sostenidas por los dominicanos en los campos de aquella región en el curso de las campañas de la Independencia. Rivalizó con los hombres en heroísmo. Se distinguió en la Batalla de Sabana Larga.



--------------------------------------------------------------------------------

Referencias

Despradel Batista, Guido. Historia de la Concepción de La Vega. 2da. Edición. La Vega (R.D.). 1978.
García Lluberes, Alcides. Dos Grandes Batallas. CLIO, Núm. 110, Abril-Junio. Santo Domingo (R.D.). 1957.
Hungría Morell, Radamés. Calendas históricas y militares dominicanas. Museo Nacional de Historia y Geografía. Santo Domingo (R.D.). 1985.
Martínez, Rufino. Diccionario Histórico-Biográfico Dominicano. 3ra. Edición. Santo Domingo (R.D.). 1997.

María Trinidad Sanchez


(Tomado de: Enciclopedia virtual dominicana)
María Trinidad Sánchez (1784-1845) fue la primera víctima del crimen político en la historia republicana, es la más elevada expresión del liderazgo femenino en su época.
Hija de Fernando Sánchez e Isidora Ramona, perteneció al grupo de Febreristas que lucharon por la Independencia Nacional. Junto a Concepción Bona, sus manos confeccionaron la primera bandera dominicana.
Fiel seguidora del pensamiento y acción de Duarte, participó activamente en todo el proceso que culminó el 27 de febrero de 1844, momento decisivo en el que transportó pólvora en sus propias faldas y elaboró muchos de los cartuchos que utilizaron Los Trinitarios esa noche.
Al rebelarse las intenciones anexionistas del General Pedro Santana, se integró a los movimientos conspiradores que surgieron para derrocarlo. María Trinidad alojó en su casa a los disidentes del General Santana y organizó y orientó la conspiración del 1845.
Intentando por todos los medios legales que los defensores de la Independencia pudieran volver al país, el movimiento conspirativo entre civiles y militares tenía por plan un cambio de gobierno, dejando a Pedro Santana con plenos poderes para que éste ordenara el regreso de los patriotas, para luego derrocarlo.
Al descubrirse la insurrección, María Trinidad fue una de las primeras personas apresadas. Única conocedora del escondite de su sobrino, Francisco del Rosario Sánchez, a quien le llevaba las comunicaciones que le enviaban, jamás lo reveló. Junto a otros conjurados fue juzgada por un Consejo de Guerra que les condenó al fusilamiento. El dictamen del Tribunal dice textualmente, que fueron condenados como autores instrumentales de la conspiración considerados hasta el momento, y por haberse negado obstinadamente la primera (Maria Trinidad Sánchez) a confesar (es decir, a delatar) los principales”.
Estas palabras dejan ver la entereza de carácter de esta mujer, ya que en los interrogatorios se le ofrecía a gracia de la vida si denunciaba a sus compañeros de conjura, pero esta heroica mujer prefirió callar y enfrentarse al pelotón de fusilamiento antes de traicionarlos.
El 27 de febrero de 1845, al cumplirse el primer aniversario de la fundación de la República, se ejecutó la sentencia. Maria Trinidad Sánchez camino desde la Fortaleza Ozama hasta el cementerio, donde sería fusilada, y al pasar por la Puerta del Conde exclamó:
"Dios mío, cúmplase en mí tu voluntad y sálvese la República”.
Su muerte fue producto de la fidelidad a los intereses de la soberanía nacional.

viernes, 5 de febrero de 2010

LA INDEPENDENCIA NACIONAL

Tomado del blog delclub deportivo y cultural JUAN PABLO DUARTE)
El día 27 de Febrero está instituido como el Día de la Independencia Nacional de la República Dominicana. en lo que es hoy la República Dominicana, se conmemora pues la declaración de separación de la parte de habla española de esta isla de Santo Domingo respecto a la parte occidental ocupada desde mucho tiempo atrás por los habitantes de habla francesa que poblaban la parte occidental de la isla a la que se llamó Haití.
Estos habían sido colonizados y esclavizados tras varios pactos y acuerdos entre Francia y España, que eran, como lo son hoy, dos grandes potencias colonialistas. Eso fue así hasta los años 1803 y 1804 en que Toussaint y Dessalines, dos esclavos haitianos, se rebelaron y declararon la separación hecha por Toussaint primero y la independencia después de Haití proclamada por el analfabeto Dessalines respecto a Francia, que fue su país colonizador y esclavista, como ya hemos dicho anteriormente.

Por razones que ameritan ponderarse y discutirse para ser bien esclarecidas, el 27 de Febrero de 1844 se produjo la declaración de separación dominicana de Haití, y a esto, andando el tiempo, se ha querido llamar fecha de la Independencia.

En Haití, desde el 1804 en adelante se desarrolló uno de los procesos más espectaculares de las epopeyas por la independencia libradas en Indoamérica y El Caribe.

Haití fue escenario de un proceso histórico en que se vinculó la lucha nacional por la independencia con la lucha social contra la esclavitud y los esclavistas y colonialistas, así como en contra de los agentes del colonialismo que allí eran representados por los mulatos o “afransechices” como los negros esclavos y ya en libertad les llamaban despectivamente con toda justicia y razón de sobra.

Tras muchas vicisitudes históricas caracterizadas por grandes sucesos y verdaderas tragedias, los mulatos haitianos hicieron causa común con los negros de a verdad y se unificaron en Haití alrededor de la idea de arremeter contra la nación emergente de la parte oriental de la isla -la futura República Dominicana- que seguía aún precariamente en manos de los colonialistas españoles, y que estaba ya cuajando como lo que es la República Dominicana, esto es, como una nación con todas y cada una de sus atribuciones esenciales.

Así, encabezando a las fuerzas haitianas, un general mulato llamado Charles Boyer invadió la parte oriental y que hoy es la República Dominicana. Esto aconteció en el 1822. La ocupación duró formalmente hasta el 27 de Febrero de 1844 cuando también de manera formal y con actos significativamente simbólicos se declaró inicialmente, poniéndose de común acuerdo los que de una y otra forma no comulgaban con la coyunda de los haitianos sobre los dominicanos, la separación, esto es, que los dominicanos nos liberamos definitivamente del dominio de los haitianos, reivindicando así los derechos de la nación dominicana de organizarse y vivir en forma distinta y separada de los haitianos, ya que a pesar de compartir el territorio de una misma isla con éstos, de por medio habían incalculables por numerosos otros factores que nos distinguían y separaban de los haitianos, fuesen éstos negros puros o mulatos, fuesen casi salvajes o ilustrados o medianamente ilustrados. La parte de República Dominicana estaba ya compuesta para entonces por blancos criollos de habla española, mulatos en forma muy acentuada de hábitos, costumbres e idioma próximos o casi iguales a los de los blancos criollos y negros puros que con los haitianos sólo compartían el color de la piel y un lejano origen africano, ya que en cuanto a la opresión, aunque los haitianos al invadirnos declararon abolida la esclavitud al imponer su Constitución y sus leyes, que se oponían a ésta, sobre esa abigarrada masa de mulatos, negros criollos y blancos criollos las cosas seguían igual o peor que antes, ya que soportar la forma de ser de los haitianos y su haitianidad nunca ha sido fácil de tragar y mucho menos de digerir y asimilar por los dominicanos y la dominicanidad.

La Iglesia Católica, Apostólica y Romana, como institución, favoreció y aplaudió todo el tiempo que duró la invasión haitiana, y al efecto consta en los documentos de la historia que en 1835, por ejemplo, el representante de la Iglesia, el Arzobispo Portes, ofreció una misa Tedeum en la Catedral Primada de América en conmemoración y bendición de la llegada de las tropas haitianas, encabezadas por Charles Boyer, que no era buena cosa, consagrando así la Iglesia que la presencia de los invasores se efectuaba por obra y gracia de la voluntad divina de su dios, Jesucristo y Espíritu Santo.

Cuando ya la efervescencia de los calderos en que se cocinaba la nacionalidad dominicana llegaba al punto crítico de ebullición, la gran prostituta, la ramera, la Iglesia de Roma, ordenó dar un giro hacia el respaldo del movimiento emancipador, sólo con el objetivo de permearlo, infiltrarlo y terminar mediatizándolo, como en efecto aconteció.

El movimiento emancipador así queda teniendo un criollo español como su líder formal, que ya había demostrado, en los limitados objetivos que había trazado al movimiento, así como en su maridaje espúreo con la Iglesia Católica, que era la principal accionista de la compañía negrera del tráfico de esclavos negros robados en el Africa, llamada la Compañía de Senegal, que era vacilante e inseguro.

Este líder inconsistente y de escasa visión y de grandes compromisos con los poderes tradicionales del colonialismo español, que guardaba discriminatoria distancia de la masa de mulatos y negros criollos, era Juan Pablo Duarte, que no fue capaz de imbuir al movimiento emancipador de ideas libertarias como las que desde mucho tiempo atrás inundaban a Europa, sobre todo a Francia que había visitado, respecto al oscurantismo religioso encarnado en la Iglesia Católica ni mucho menos fue capaz de darle a dicho movimiento independentista que imponía y reclamaba la marcha de la historia, un sustento material ni filosófico, a pesar de que había vivido en Europa y hasta en la mismo España, que aún siendo hasta hoy en día trasero del viejo continente colonial, en donde ya se conocía la Constitución de Cádiz.

Rápidamente, por los compromisos evidentes de Duarte con los poderes coloniales y sus prejuicios complementarios, la Iglesia Católica y sus huestes como Santana, Bobadilla, etc., le acorralaron, y se le aisló, pasando a tener dicha camarilla el control del conjunto del movimiento que, de emancipador, independentista y libertario fue reducido a la limitadísima “separación”, e imponiéndosele el viejo separatismo como bandera, sólo del odioso yugo haitiano, pero sin confianza en el futuro de la nación próxima a nacer o ya nacida; y esperando que la República pasare de nuevo a estar bajo el dominio odioso de España.

En tanto Duarte, víctima de sus propias limitantes conservadoras, le entrega la hegemonía del movimiento a la Iglesia, a Santana, al sacerdote católico Bobadilla, etc., hay un hombre mulato criollo, perteneciente por parte de su familia a grupos que sí confiaban y estaban interesados en la independencia y en los derechos económico-sociales y políticos de los mulatos y negros esclavos y vejados, y que no tenía resentimiento hacia los blancos criollos distanciados del coloniaje oneroso, brutal, afrentoso y vergonzoso de la maldita España negrera, baluarte inquisitorial del cristianismo esclavista. Este era Francisco del Rosario Sánchez, el único y verdadero Padre de la Patria dominicana y de la independencia nacional, ejemplo de la lucha contra los traidores, contra los lacayos, contra los entreguistas y contra todos aquellos cuyo mercenarismo les empuja a conspirar permanentemente contra las aspiraciones de la nación dominicana y su pueblo.

Francisco del Rosario Sánchez jamás transigió con las fuerzas del coloniaje ni del entreguismo, por ello estuvo permanentemente perseguido desde el mismo 27 de Febrero y aún desde muchos años antes por las huestes antinacionales y anti-dominicanas de los haitianos invasores, de Santana, de Bobadilla, los españoles y la Iglesia Católica, Apostólica y Romana.

Estos reaccionarios anti-dominicanos persiguieron implacablemente a los familiares y allegados a Francisco del Rosario Sánchez. Y el funesto déspota que fuera Pedro Santana lo fusiló junto a sus compañeros de armas tras lanzarse a la lucha armada por rescatar a la Patria vendida por los energúmenos y bestias entreguistas, dirigidas como siempre por la perversa Iglesia Católica, a través del anti-dominicano y traidor, judas, Pedro Santana.

Del mismo modo Santana hizo asesinar a María Trinidad Sánchez, tía del Padre de la Patria dominicana, Francisco del Rosario Sánchez, quien en su acción, su propaganda y su postura trazó el camino de que todo aquel que en nuestro país quiera alcanzar una patria libre e independiente, debe estar dispuesto a los más grandes sacrificios, incluido abonar con su sangre el árbol de la justicia social contra entreguistas, déspotas y traidores, y jamás reducirse a un anacoreta cobarde y ruin que da las espaldas a las responsabilidades históricas para refugiarse en las supercherías oscurantistas.

IDEARIO DE JUAN PABLO DUARTE

Las que presentamos a continuación son las frases más celebres del insigne patricio y fundador de la nación dominicana, Juan Pablo Duarte, las cuales se compilan en un documento que los dominicanos y dominicanos considreamos y llamamosç: IDEARIO DE JUAN PABLO DUARTE.
¡APRENDA DE EL! ¡DISFRUTELO!
!Todo poder dominicano está y deberá estar siempre limitado por la ley y ésta por la justicia, la cual consiste en dar a cada uno lo que en derecho le pertenezca ¡

Siendo la Independencia Nacional la fuente y garantía de las libertades patrias, la Ley Suprema del pueblo dominicano es y será siempre su existencia política como Nación libre e independiente de toda dominación extranjera, cual la concibieron los fundadores de nuestra asociación política al decir el 16 de julio de 1838, DIOS, PATRIA Y LIBERTAD, REPUBLICA DOMINICANA, y fue proclamada el 27 de febrero de 1844, siendo, desde luego, así entendida por todos los pueblos, cuyos pronunciamientos confirmamos y ratificamos hoy; declarando además que todo gobernante o gobernado que contraríe. De cualquier modo que sea, se coloca ipso facto y por sí mismo fuera de la ley.

Nunca me fue tan necesario como hoy el tener salud, corazón y juicio; hoy hombre sin juicio y sin corazón conspiran contra la salud de la patria.

Procuraré conservarme bueno, conservaré mi corazón y mi cabeza.

Dios ha de concederme bastante fortaleza para no descender a la tumba sin dejar mi Patria libre, independiente y triunfante.

Hay palabras que por las ideas que revelan llaman nuestra atención y atraen nuestras simpatías hacia los seres que las pronuncian.

Los providencialistas son los que salvarán la Patria del infierno a que la tienen condenada los ateos, cosmopolitas y orcopolitas.

El crimen no prescribe ni queda jamás impune.

El buen dominicano tiene hambre y sed de justicia ha largo tiempo, y si el mundo se la negase. Dios que es la Suma Bondad, sabrá hacérsela cumplida y no muy dilatado; entonces, ¡ay! de los que tuvieron oídos para oír y no oyeron, de los que tuvieron ojos para ver y no vieron.... ¡la Eternidad de nuestra idea! Porque ellos habrán de oír y habrán de ver entonces lo que no hubieran querido oír ni ver jamás.

En lo que están de acuerdo nuestros libertos es en lo del amo que quieren imponerle al pueblo.

Trabajemos por y para la patria, que es trabajar para nuestros hijos y para nosotros mismos.

Trabajemos, trabajemos sin descansar, no hay que perder la fe en Dios, en la Justicia de nuestra causa y en nuestros propios brazos.

¿Tienes amigos? Prepáralos, porque los días se acercan; procura que no se descarríen, pues va a sonar la hora de anularse para siempre, la hora tremenda del juicio de Dios, y Providencial no será vengativo, pero sí justiciero.

Vivir sin patria es lo mismo que vivir sin Honor.

Los enemigos de la Patria, por consiguiente nuestros, están muy acordes en estas ideas: destruir la Nacionalidad aunque para ello sea preciso aniquilar a la nación entera.

No somos más que unos ambiciosos que independizamos nuestro pueblo por ambición y no tuvimos talento para hacer nuestra la riqueza ajena; mientras que ellos (los orcopolitas), son los hombres honrados y virtuosos pues han tenido la habilidad de hacerlo todo, hasta llamar al extranjero; muestra inequívoca de lo muy amados que serán por la justicia con que han procedido y procederán para con Dios y la Patria y la Libertad del Dominicano.

Toda ley no declarada irrevocable es derogable y también reformable en el todo o en parte de ella.

Toda ley no deroga clara y terminantemente, se considerará vigente.

La ley no puede tener, ni podrá tener jamás, efecto retroactivo.

Ninguno podrá ser juzgado sino con arreglo a la ley vigente y anterior a su delito; ni podrá aplicársele en ningún caso otra pena que la establecida por las leyes y en la forma que ellas prescriban.

¡Aprovechemos el tiempo!

Lo que la ley no prohíbe, ninguna persona, o sea no sea autoridad, tiene derecho a prohibirlo.

La ley, salvo las restricciones del derecho, debe ser conservadora y protectora de la vida. Libertad, honor y propiedades del individuo.

Todo poder dominicano está y deberá estar siempre limitado por la ley y ésta por la justicia, la cual consiste en dar a cada uno lo que en derecho le pertenezca.

Ningún poder de la tierra es ilimitado, ni el de la ley tampoco.

Toda ley supone una autoridad de donde emana, la causa eficiente y radical de ésta es, por derecho inherente, esencial al pueblo e imprescriptible de su soberanía.

Se prohíbe recompensar al delator y al traidor, por más que agrade la traición y aun cuando haya justos motivos para agradecer la delación.

La ley es la que da al gobernante el derecho de mandar e imponer al gobernado la obligación de obedecer.

La Nación está obligada a conservar y proteger por medio de leyes sabias y justas la libertad personal, civil e individual, así como la propiedad y demás derechos legítimos de todos los individuos que la componen; sin olvidarse para con los extraños, a quienes también se les debe justicia, de los deberes que impone la filantropía.

Toda autoridad no constituida con arreglo en la ley es ilegítima y por tanto, no tiene derecho alguno a gobernar ni se está en la obligación de obedecerla.

La Nación dominicana es libre e independiente y no es ni puede ser jamás integrante de ninguna otra Potencia, ni el patrimonio de familia ni persona alguna propia ni mucho menos extraña.

La nación dominicana es la reunión de todos los dominicanos.

La religión predominante en el Estado deberá ser siempre la Católica, Apostólica, sin perjuicio de la libertad de conciencia y tolerancia de cultos y de sociedades no contraídas a la moral pública y caridad evangélica.

Arrojado de mi suelo natal por ese bando parricida que empezando por proscribir a perpetuidad a los fundadores de la República ha concluido por vender al extranjero la Patria, cuya independencia jurara defender a todo trance, he arrastrado durante veinte años la vida nómada del proscrito.

Sonó la hora de la gran traición..., y sonó también para mí la hora de la vuelta a la Patria: el Señor allanó mis caminos...

No he dejado ni dejaré de trabajar a favor de nuestra santa causa haciendo por ella, como siempre, más de lo que puedo; y si no he hecho hasta ahora todo lo que debo y he querido, quiero y querré hacer siempre en su obsequio, es porque nunca falta quien desbarate con los pies lo que yo hago con las manos.

Mientras no se escarmiente a los traidores como se debe, los buenos y verdaderos dominicanos serán siempre víctimas de sus maquinaciones.

En Santo Domingo no hay más que un pueblo que desea ser y se ha proclamado independiente de toda potencia extranjera, y una fracción miserable que siempre se ha pronunciado contra esta ley, contra este querer dominicano, logrando siempre por medio de sus intrigas y sórdidos manejos adueñarse de la situación y hacer aparecer al pueblo dominicano de un modo distinto de cómo es en realidad; esta fracción, o es y será siempre todo, menos dominicana; así se la ve en nuestra historia, representante de todo partido antinacional y enemigo nato por tanto de todas nuestras revoluciones; y si no, véase ministeriales en tiempo de Boyer, y luego riveristas, y aún no había sido el 27 de febrero, cuando se les vio proteccionistas franceses y más tarde anexionistas americanos y después españoles.

Ahora bien, si me pronuncié dominicano independiente. Desde el 16 de julio de 1838, cuando los nombres de Patria, Libertad, Honor Nacional se hallaban proscritos como palabras infames, y por ello merecí, en el año de 1843, ser perseguido a muerte por esa fracción haitiana, y por Riviére que la protegía, y a quien engañaron; si después, en el año de 1844 me pronuncié contra el Protectorado francés, decidido por esos facciosos, y cesión a esta Potencia de la Península de Samaná, mereciendo por ello todos los males que sobre mí han llovido; si después de veinte años de ausencia he vuelto espontáneamente a mi Patria a protestar con armas en la mano contra la anexión a España llevada a cabo a despecho del voto nacional por la superchería de ese bando traidor y parricida, no es de esperarse que yo deje de protestar, y conmigo todo buen dominicano, cual protesto y protestaré siempre, no digo tan sólo contra la anexión de mi Patria a los Estados Unidos, sino a cualquiera otra potencia de la tierra, y al mismo tiempo contra cualquier tratado que tienda a cercenar nuestro territorio o cualquier de los derechos del Pueblo Dominicano.

El Gobierno debe mostrarse justo y enérgico... o no tendremos Patria y por consiguiente ni libertad ni independencia nacional.

Nuestra Patria ha de ser libre e independiente de toda Potencia extranjera o se hunde la isla.

Por desesperada que sea la causa de mi Patria, siempre será la causa del honor y siempre estaré dispuesto a honrar su enseña con mi sangre.

El amo a la patria no hizo contraer compromisos sagrados para con la generación venidera; necesario es cumplirlos, o renunciar a la idear de aparecer ante e tribunal de la Historia con el honor de hombre libres, fieles y perseverantes.

Sensible a la honra que acabareis de hacerme, dispensándome vuestros sufragios para la primera Magistratura del Estado, nade me será más lisonjero que saber corresponder a ella llenando el hueco de vuestras esperanzas, no por la gloria que de ello resaltaría, sino por la satisfacción de veros, cual lo deseo, libres, felices, independientes y tranquilos, y en perfecta unión y armonía llenar vuestros destinos, cumpliendo religiosamente los deberes que habéis contraído para con DIOS, para con la PATRIA, para con la LIBERTAD y para con vosotros mismos.

Sed justos lo primero, si queréis ser felices. Ese es el primer deber del hombre; sed unidos, así apagaréis la tea de la discordia y venceréis a vuestros enemigos, y la patria será libre y salva. Yo obtendré la mayo recompensa, la única a que aspiro, al veros libres, felices, independientes y tranquilos.

La política no es una especulación; es una Ciencia más pura y la más digan, después de la Filosofía, de ocupar las inteligencias nobles.

Lo poco o mucho que hemos podido hacer o hiciéramos aún en obsequio de una Patria que no es tan cara y tan digna de mejor suerte, no dejará de tener imitadores; y este consuelo nos acompañará hasta la tumba.


¡ Vivir sin patria, es Io mismo que vivir sin honor!

FRANCISCO DEL ROSARIO SANCHEZ

(Tomado del blog: Biografías y vidas)
(Santo Domingo, 1817 - San Juan de la Maguana, 1861) Político y líder independista dominicano, considerado uno de los Padres de la Patria. Miembro de «La Trinitaria», sociedad secreta separatista, en 1844 se alzó contra Haití y el 27 de febrero de ese año proclamó la independencia de la República Dominicana.


Francisco del Rosario Sánchez

Hijo de Narciso Sánchez y Olaya del Rosario, recibió de su madre la enseñanza elemental y aprendió el oficio de "peinetero". Luego estudió latín y filosofía con don Nicolás Lugo, estudios que continuaría con el padre Gaspar Hernández, sacerdote peruano emigrado a Santo Domingo y reconocido antihaitiano.

En este período conoció a Juan Pablo Duarte, quien, junto a otros jóvenes, asistía a las clases del sacerdote. En 1838 se integró en La Trinitaria y pronto empezó a distinguirse por su laboriosidad y decisión. Estas cualidades le permitieron dirigir el movimiento cuando Duarte debió ausentarse debido a las persecuciones desatadas contra él por los haitianos.

El 27 de febrero de 1844, Francisco del Rosario Sánchez fue el encargado de leer la proclama en el baluarte de San Genaro (hoy puerta del Conde). Luego presidió la primera Junta Central Gubernativa, hasta ser desplazado por Tomás Bobadilla. La razón principal por la que se le reconoce como Padre de la Patria radica, principalmente, en sus méritos como trinitario y en haber leído la proclama que declaraba el nacimiento de la República Dominicana.
Francisco del Rosario Sánchez fue además un precursor del movimiento restaurador: el 1 de junio de 1861, tres meses y medio después de consumada la anexión a España, entró a territorio dominicano en compañía de José María Cabral y otros, y cayó fusilado en San Juan de la Maguana el 4 de julio siguiente, junto a una veintena de compañeros.

Antes, el 20 de enero de 1861, cuando era evidente que Pedro Santana y los suyos entregarían la soberanía del país, Sánchez lanzó una proclama en la que afirmaba: "Mas, si la maledicencia buscare pretextos para mancillar mi conducta, responderéis a cualquier cargo diciendo en alta voz, aunque sin jactancia, que yo soy la bandera dominicana". Aun antes, el 16 del mismo mes, había dicho en carta a Damián Báez: "Mi patria está vendida. Esto basta".

JUAN PABLO DUARTE (BIOGRAFÍA)

JUAN PABLO DUARTE

(Tomado del blog: Biografias y vida)
(Santo Domingo, La Española, 1813 - Caracas, Venezuela, 1876) Libertador dominicano. Juan Pablo Duarte nació en una época especialmente convulsa de la historia de la isla, ya que en esos momentos la soberanía sobre la misma cambiaba frecuentemente de manos entre España y Francia. En 1822 la isla pasó a ser completamente posesión de Haití, que logró así unificar todo el territorio.

Nacido en el seno de una familia española de origen humilde, a la edad de 15 años fue enviado por sus padres a Inglaterra vía Nueva York para que completase sus estudios; desde allí pasó a Francia y posteriormente a España. En Europa, convulsionada entonces por el romanticismo, el liberalismo, el nacionalismo y el socialismo utópico, se impregnó de los ambientes revolucionarios de la época. Juan Pablo Duarte fue testigo del régimen de libertades y de los derechos que tenían los europeos. Mostró especial interés por las reformas de Cromwell, los cambios producidos en Alemania y en Francia, pero sobre todo los acontecimientos en España y las reformas de la Cortes de Cádiz. En España se sabe que residió en Barcelona, donde es posible que estudiase derecho.

Fue entonces cuando comenzó a perfilarse el ideario político de Juan Pablo Duarte, en el cual el nacionalismo y el liberalismo se fundían sobre un fondo romántico: los dominicanos eran un pueblo con identidad propia, que los hacía dignos de la independencia política. Alcanzada ésta, la nación debía organizarse sobre la base del institucionalismo de la democracia representativa, que a su vez era un fruto del pensamiento liberal. En 1833 regresó a su país dispuesto a llevar a la práctica estas ideas.

Fue en el seno de la clase media urbana donde sus ideas encontraron mayor eco. Para entonces, casi toda la aristocracia y demás grupos dirigentes se hallaban solidarizados con el régimen haitiano, razón por la cual fue imposible obtener, en los primeros años, su cooperación. Al irse ensanchando el movimiento, Duarte comprendió que se hacía imprescindible crear una organización que, siguiendo el modelo de las sociedades europeas de los Carbonarios, asumiera la responsabilidad de dirigir las actividades. Así surgió la sociedad La Trinitaria, cuyo objeto era liberar al país del dominio de Haití. El lema de esta sociedad fue: "Dios, Patria y Libertad". Luego surgió la sociedad La Filantrópica, que realizó una importante labor de propaganda mediante la representación de piezas teatrales.

Juan Pablo Duarte

(Santo Domingo, La Española, 1813 - Caracas, Venezuela, 1876) Libertador dominicano. Juan Pablo Duarte nació en una época especialmente convulsa de la historia de la isla, ya que en esos momentos la soberanía sobre la misma cambiaba frecuentemente de manos entre España y Francia. En 1822 la isla pasó a ser completamente posesión de Haití, que logró así unificar todo el territorio.

Nacido en el seno de una familia española de origen humilde, a la edad de 15 años fue enviado por sus padres a Inglaterra vía Nueva York para que completase sus estudios; desde allí pasó a Francia y posteriormente a España. En Europa, convulsionada entonces por el romanticismo, el liberalismo, el nacionalismo y el socialismo utópico, se impregnó de los ambientes revolucionarios de la época. Juan Pablo Duarte fue testigo del régimen de libertades y de los derechos que tenían los europeos. Mostró especial interés por las reformas de Cromwell, los cambios producidos en Alemania y en Francia, pero sobre todo los acontecimientos en España y las reformas de la Cortes de Cádiz. En España se sabe que residió en Barcelona, donde es posible que estudiase derecho.

Fue entonces cuando comenzó a perfilarse el ideario político de Juan Pablo Duarte, en el cual el nacionalismo y el liberalismo se fundían sobre un fondo romántico: los dominicanos eran un pueblo con identidad propia, que los hacía dignos de la independencia política. Alcanzada ésta, la nación debía organizarse sobre la base del institucionalismo de la democracia representativa, que a su vez era un fruto del pensamiento liberal. En 1833 regresó a su país dispuesto a llevar a la práctica estas ideas.

Fue en el seno de la clase media urbana donde sus ideas encontraron mayor eco. Para entonces, casi toda la aristocracia y demás grupos dirigentes se hallaban solidarizados con el régimen haitiano, razón por la cual fue imposible obtener, en los primeros años, su cooperación. Al irse ensanchando el movimiento, Duarte comprendió que se hacía imprescindible crear una organización que, siguiendo el modelo de las sociedades europeas de los Carbonarios, asumiera la responsabilidad de dirigir las actividades. Así surgió la sociedad La Trinitaria, cuyo objeto era liberar al país del dominio de Haití. El lema de esta sociedad fue: "Dios, Patria y Libertad". Luego surgió la sociedad La Filantrópica, que realizó una importante labor de propaganda mediante la representación de piezas teatrales.

En 1843 luchó junto a los revolucionarios haitianos para derrocar a Boyer, pero el objetivo de Duarte era la independencia de la parte española de la isla, por lo que continuó su lucha tras la caída de Boyer. El 2 de agosto de 1843 tuvo que exiliarse en Caracas, perseguido por el nuevo gobierno haitiano. Pese a ello las ideas independentistas de Duarte siguieron ganando adeptos y el 27 de febrero de 1844 sus seguidores declararon la independencia del país. Tras algunas batallas la causa independentista triunfó y los haitianos fueron expulsados a su parte de la isla y se configuraron las fronteras actuales entre Haití y la República Dominicana.

Juan Pablo Duarte fue recibido, el 14 de marzo, por el nuevo gobierno como un héroe nacional y fue nombrado general del ejército. El triunfo del movimiento iniciado el 27 de febrero impulsó al presidente haitiano Herard a invadir la República con un ejército dividido en dos cuerpos, de los cuales uno penetró por el Norte y otro por el Sur. Correspondió a Pedro Santana enfrentarse a este último y lograr una resonante victoria en Azua, el 19 de marzo. Pero la victoria no fue aprovechada y el general Santana se retiró desordenadamente a Baní donde exigió al cónsul francés, que hiciera válidas sus promesas relativas al protectorado.

Mientras tanto, en Haití, la derrota de su ejército provocó una grave crisis política que fue aprovechada por Santana para imponer su dominio. Así las cosas, la Junta Central Gubernativa ordenó a Duarte que se dirigiera a Baní, con una fuerza militar organizada por Pedro Alejandrino Pina, a fin de llegar a un acuerdo con Santana sobre la estrategia a seguir contra el invasor. Al no ser posible este acuerdo, Duarte requirió de la Junta la necesaria autoridad para actuar por su cuenta; la Junta, dominada por Bobadilla, representante junto con Santana del sector denominado colonialista, partidario de la unión con España, respondió ordenando a Duarte que regresara con sus tropas a la capital. El desacuerdo entre el sector colonialista y el duartismo se hizo evidente. Duarte se exilió una vez más.

Estuvo exiliado en Hamburgo y poco después marchó a St. Thomas. Luego siguió rumbo a Venezuela, país donde estuvo doce años; poco se sabe de la vida de Juan Pablo Duarte durante este período. Es muy probable que no tuviera noticias del decreto de amnistía que en favor de él y de sus compañeros, el gobierno de Jiménez promulgó a principios de septiembre de 1848.

En 1861 el presidente Pedro Santana decidió la anexión de la República a España, con lo que se ponía fin a la Primera República Dominicana. En 1864 se produjo un alzamiento en contra de la unión con España y Duarte regresó a su patria el 25 de marzo de ese año. Fue encargado de recorrer América del Sur en busca de ayuda para la causa independentista. En noviembre se hallaba ya en Venezuela, donde recibió las noticias del triunfo del gobierno restaurador y el nacimiento de la Segunda República Dominicana. El general José María Cabral se hizo cargo del nuevo gobierno, mientras que Juan Pablo Duarte fue nuevamente condenado al ostracismo, esta vez por sus propios partidarios, que no supieron reconocer su aportación a la causa independentista. Enfermo de cuerpo y alma, su vida se fue apagando en su retiro forzoso de Caracas, donde falleció el 15 de julio de 1876.

MATIAS RAMÓN MELLA

(Tomado del blog: Mi país.Biografías)


De las tres grandes figuras próceres del siglo 19, fundadores de la República, Matías Ramón Mella representa la expresión militante y decidida y el más adaptado a las actividades políticas de una sociedad precapitalista.

Matías Ramón (que, por error, anteriormente se le llama Ramón Matías) nació el 25 de febrero de 1816 en la ciudad de Santo Domingo, hijo de Antonio Mella y Álvarez y Francisca Castillo Álvarez. En Santo Domingo creció y vivió, adquiriendo para su adolescencia y primera juventud fama de hombre de valor. Se le reputaba como muy diestro en el uso de la espada y el sable.

Como de otras figuras de la historia dominicana, poco sabemos de la vida de Mella en sus primeros tiempos. En 1835, a los diecinueve años, es nombrado "Preposé", o encargado de la común de San Cristóbal. Al parecer allí se dedicó también al negocio del corte de madera, actividad de la que se ocupaba Antonio Duvergé lo que supone que se conocieron desde entonces.

Contrajo matrimonio a los veinte años con la joven María Josefa Brea, perteneciente a una familia burguesa importante, aunque ninguno de los dos aportó grandes bienes al matrimonio, según hace constar en el testamento fechado 5 de mayo de 1859. Fue ya casado, cuando al parecer adquirió sus bienes y propiedades, parte de ellos por vía hereditaria tras el fallecimiento de su padre en febrero de 1837.

No se sabe tampoco cuando conoció a Juan Pablo Duarte pero, fundada la sociedad secreta "La Trinitaria", se adhirió a ella en calidad de "comunicado", junto a Francisco del Rosario Sánchez y Félix María Del Monte. Duarte vio en Mella un discípulo de condiciones excepcionales y lo designó para substituir a Juan Nepomuceno Ravelo cuando éste fracasó en las gestiones que le encomendara, de llegar a un acuerdo con los dirigentes haitianos cuando se organizara el movimiento de la Reforma (paso previo para alcanzar la independencia).

Todavía en 1842 residía o visitaba con frecuencia a San Cristóbal ligado al negocio del corte de madera. En enero de 1843 fue comisionado por Duarte para trasladarse a la villa haitiana de Los Cayos de San Luis, al sur de la isla, para hacer contactos con los revolucionarios reformistas adversarios del presidente Boyer. La táctica correcta de Duarte de aliarse con los enemigos de Boyer, encontró en Mella un agente capaz de sumar a los militares y civiles que encabezados por Charles Herard, querían el derrocamiento del presidente de la república que tenía más de veinticinco años gobernando, y cuyo mandato se había convertido en una represiva dictadura, situación que facilitaba los planes de Duarte frente al régimen.

A su regreso de Los Cayos, luego del derrocamiento de Boyer, Mella se trasladó al Cibao Central como agente propagador del ideal republicano. Cuando Charles Herard, como Presidente de la República, visitó la parte oriental, a su paso por esa región ordenó la prisión de Mella, Rafael Servando Rodríguez y el sacerdote Juan Puigbert, acusándolos de querer destruir el ejército y los remitió a Puerto Príncipe donde permanecieron dos meses detenidos, regresando en septiembre a la parte oriental.

Los sucesos se precipitaron y, en ausencia de Duarte, junto a Sánchez, activaron los preparativos revolucionarios. En enero de 1844 ayudó a Sánchez, jefe del Movimiento, a redactar el Acta de Independencia y, a sugerencia suya, se le llevó a Tomás Bobadilla para su revisión.

En la noche del 27 de febrero de 1844 es de los primeros conjurados en llegar a la Puerta de la Misericordia. Exhorta a unos pocos temerosos a no abandonar el lugar y, audaz e impulsivo, Mella dispara su famoso trabucazo en la Puerta de la Misericordia, partiendo desde allí los conjurados hacia la Puerta del Conde, donde es proclamada la República e izada la Bandera Dominicana.

Proclamada la República, forma parte de su primera Junta Central Gubernativa, presidida primero por Sánchez y luego por Tomás Bobadilla, convertido en la figura determinante de la misma. Para los primeros días de marzo parte para el Cibao como Gobernador del Distrito de Santiago y Delegado de la Junta Central Gubernativa, pero en realidad es el jefe político y militar de la región más importante del país. Ostenta el rango de Coronel del naciente Ejército Nacional, que será el Ejército Libertador. Hace venir a José María Imbert, de Moca, y lo nombra su segundo en el mando militar.

A mediados de marzo llega a territorio dominicano el señor Teodoro S. Heneken, procedente de Cabo Haitiano, y advierte a las autoridades las intenciones de invasión por parte de Haití. Solamente Mella es receptivo a los informes del viajero. Deja instrucciones a Imbert de lo que debe hacer y recorre la región reclutando hombres y tomando posiciones que revelan su gran capacidad militar organizativa. Cuando comienza la batalla de Santiago, Mella no se encuentra en el lugar del combate, aunque parte importante de los méritos son suyos porque dispuso las primeras instrucciones y escogió a Imbert como lugarteniente..

Los acontecimientos tomaron un giro diferente después de la victoria de Azua el 19 de marzo. Duarte se presentó en el Cibao y Mella, entusiasmado e impulsivo, lo proclamó Presidente de la República. Esa acción rompió el equilibrio de las fuerzas que dirigían la joven república y terminó imponiéndose el sector social más atrasado, encabezado por Pedro Santana y Tomás Bobadilla. Los auténticos héroes nacionales son declarados traidores a la patria y expulsados de por vida del territorio nacional. Volvió, junto con Sánchez, al país en 1848 amparado por la amnistía decretada por el Presidente Manuel Jiménez.

Cuando Faustino Soulouque invade el país, Mella se incorporó al Ejército, destacándose en la famosa Batalla de Las Carreras y termina siendo secretario de Pedro Santana. Luego de la renuncia del Presidente Jiménez, electo Báez Presidente de la República, en septiembre de 1849, es nombrado Secretario de Estado de Hacienda y Comercio. Separados y enemigos Santana y Báez, Mella seguirá al lado del primero. Siempre lo prefirió al segundo, hasta que la causa de la anexión a España los enemistó para siempre. Entre 1849 y 1861, en enero, cuando rechaza frente a Santana el proyecto de anexión, ocupará Mella importantes cargos civiles y militares. Comandante de Armas, Ministro de la Guerra, Gobernador, Ministro Plenipotenciario y Enviado Extraordinario en Misión Especial frente al Gobierno español, para gestionar el reconocimiento de la República o del Protectorado. En julio de 1856 se le encomendó preparar un proyecto de ley para organizar el Ejército. Ya se le tenía y respetaba como un entendido en asuntos militares.

Y lo demuestra cuando se inicia la Guerra Restauradora. Incorporado al Movimiento, en agosto de 1863, se le confiaron importantes misiones. Viajó al sur atravesando la Cordillera Central por Constanza, con el encargo de organizar las tropas restauradoras dirigidas por Pedro Florentino. Es designado Ministro de la Guerra y elabora el Manual de Guerra de Guerrillas que dirige por medio de una circular de fecha 26 de enero de 1864 y que recoge toda la experiencia del pueblo dominicano en esta forma singular de lucha.

El general Mella, mientras rendía sus útiles servicios a la causa, fue atacado de disentería y exhaló el último aliento en extrema pobreza el 4 de junio de 1864. Vivía entonces en una mala casita, de las improvisadas después del incendio, sita al pie del fuerte San Luis, en Santiago de los Caballeros. Murió con la singular distinción de ser dos veces prócer de la República. Pidió que lo enterraran envuelto en la Bandera Nacional y, así se hizo.

GREGORIO LUPERÓN

(Tomado del blog: Biografías y vida)



(Puerto Plata, 1839 - 1897) Político dominicano. Participó de forma determinante en el movimiento independentista de la isla y ocupó la presidencia de un gobierno provisional entre 1879 y 1880.

De orígenes humildes, tuvo que trabajar desde niño para colaborar en la economía familiar. A la edad de catorce años encontró empleo a las órdenes de Pedro Eduardo Dubocq, un comerciante establecido en Puerto Plata a quien algunas fuentes biográficas atribuyen la paternidad del muchacho. Conocía bien la lengua inglesa (su madre era una inmigrante de color de las islas británicas), tenía dotes para la oratoria y en la biblioteca de su patrón pudo iniciar una sólida formación autodidacta.

Comprometido con la causa independentista del país, una pelea contra partidarios de la anexión española, promovida por el gobierno de Buenaventura Báez, le llevó a la cárcel, de donde escapó para buscar refugio primero en Haití y después en los Estados Unidos. En 1863 regresó de forma clandestina a la República Dominicana para participar en varios movimientos de insurrección; las tropas rebeldes le concedieron el grado de general.

El autoproclamado Primer Gobierno Restaurador de Pepillo Salcedo, con sede en Santiago, valoró pronto su patriotismo y su capacidad combativa y le encargó la Jefatura Superior de Operaciones en la provincia de Santo Domingo, con la misión de enfrentarse al ejército anexionista comandado por Pedro Santana. Cumplió con su cometido y consiguió desarrollar una guerra de guerrillas que desgastó severamente las fuerzas militares españolas. Finalmente, España entregó el país a los independentistas el 11 de julio de 1865.

Luperón aceptó la vicepresidencia de la Junta Gubernativa de Santiago y, restaurada la República, regresó a Puerto Plata, donde sus paisanos le recibieron como a un auténtico héroe nacional. Desde su ciudad natal impulsó una severa oposición al régimen de Báez, nuevamente en el poder, y encabezó el triunvirato (Luperón, Pimentel y García) que en 1866 consiguió derrocar al gobierno y ejercer el poder ejecutivo entre los meses de mayo y agosto de aquel año.

Disuelto el nuevo órgano gubernamental en favor de la constitucionalidad, asumió la presidencia el general José María Cabral. Pero Báez derrocó nuevamente al gobierno de Cabral en 1968 con la pretensión de anexionar el país a los Estados Unidos y Luperón se vio obligado a abandonar la República. Desde el exterior desplegó una intensa campaña de oposición al gobierno dominicano e incluso preparó una expedición revolucionaria que no consiguió resolver con éxito. No cejó en su empeño de impedir la anexión y elevó repetidas protestas ante el Senado estadounidense que finalmente evitaron la incorporación de la isla a la superpotencia del norte.

La Revolución Unionista de 1873 expulsó a Báez del poder y colocó a González Santín al frente del gobierno. En 1876, Ulises Espaillat se convertía en presidente del país y Luperón aceptó el cargo de ministro de Guerra y Marina en el nuevo gabinete. La renuncia del presidente devolvió el poder a Báez, el eterno enemigo político de Luperón que, una vez más, tuvo que exiliarse.

Durante el siguiente trienio el país vivió un periodo de inestabilidad política y rápidas alternancias de poder. Finalmente, en octubre de 1879, Luperón accedió a la presidencia de un gobierno provisional que, con sede en Puerto Plata, instauró un régimen liberal, trató de reinstitucionalizar la República y preparó el proceso electoral que, a finales de 1980, otorgó el poder a Fernando Arturo Meriño.

Gregorio Luperón se retiró a Europa en calidad de enviado extraordinario y ministro plenipotenciario. Cuando regresó al país, el ejecutivo de Francisco Billini le nombró delegado del gobierno en el Cibao. Desde su nuevo puesto se enfrentó al movimiento revolucionario de 1886 en Puerto Plata y contribuyó a la llegada al poder, un año después, del presidente Ulises Heureaux.

Decepcionado por las actitudes dictatoriales del nuevo líder del país, buscó apoyo, sin éxito, en el gobierno haitiano para combatirlo. Se encontraba en la isla de Saint Thomas en 1897 cuando enfermó de cáncer. Enterado, Heureaux acudió personalmente en su ayuda. Después de escuchar serias recriminaciones de su antiguo jefe y de aceptarlas calladamente, se reconciliaron. Luperón aceptó regresar al país, para lo que abordaron el buque de guerra que había transportado a Heureaux hasta la vecina isla, y retornaron a Puerto Plata. Allí falleció el 20 de mayo de 1897.

¿Evolución o involución?






Tonyarc
28-11-2009 22:16
http://do.globedia.com/evolucion-o-involucion-

¿Evolución o involución?

Un importante e histórico fenómeno ocurre en Republica Dominicana ante la vista indiferente de sus sociólogos, psicólogos, cronistas e historiadores

Nuestro país por no decir nuestra isla ha sido victima de las acciones permanentes de grupos e individuos que por sus apetencias de fama, ambición o poder han intentado influenciar a nuestra gente de diversas formas.

La historia comienza con la casual y accidental entrada del grupo de delincuentes españoles con que llegó acompañado Cristóbal Colón a nuestra isla. La población indígena de entonces exhibía una organización político-social diferente a la de los invasores, una ética singular y una moral al estilo del jardín del Edén. La adultez y la adolescencia y aun el estado civil de las personas se identificaban y/o evidenciaban en la escasa vestimenta, en las partes del cuerpo que se cubrían o mostraban y en su inocencia sin igual.

Imagine usted este extraordinario grupo de ladrones, homicidas y salteadores escogidos de las cárceles españolas para acompañar a Colón en una travesía con destino incierto, llegar a una isla paradisíaca después de haber superado los sustos y temores propios de un viaje traumático por vía marítima. Imagínelos llegando con toda su carga de libidinosidad, ambiciones, malas costumbres y deseos de saciar sus aberrantes apetitos en uso de la mal ganada libertad.

Como consecuencia desaparece una población indígena moralmente sana con el solo defecto de creer en dioses diferentes a los de los españoles. Los que pudieron sobrevivir en las lomas de Bahoruco terminaron fusionándose y mezclándose con uno que otro blanco europeo de los que llegaron en las incursiones del pirataje ingles y francés de la época. Una gran mezcla de culturas extrañas que obligaban a la redefinición inconciente de la ética y la moral, como también del dogma. Por lo menos debemos agradecer que a pesar de las malas costumbres los blancos traían, aunque con equivocada concepción algunas ideas y creencias propias del creciente dogma cristiano y los negros una fe inquebrantable en las cosas que no podían ver, llegando al grado de creer que su esclavitud era castigo de los dioses de sus creencias; ya de la fe de los indígenas en sus cemies no se podía hablar, pues las fuertes influencias de la fe negra y las creencias blancas opacaron a las del reducto indígena.

Asistimos a la creación y desarrollo de una colonia española que solo fue útil para sacar nuestro oro hacia la madre patria, exterminar a los pobladores indígenas inocentes y de sencillo vivir.

Mas tarde sufrimos la dominación del Haití libre que nos duro casi 22 años y que se dio en dos ocasiones ¡Vaya mezcla de costumbres la que heredamos! Por ser una isla en el mundo “colocada en el mismo trayecto del sol”, como dijera nuestro gran poeta nacional, Pedro Mird.

27 de febrero de 1844, un grito de independencia, completa liberación se convierte en el primer paso hacia la reafirmación de nuestra identidad como pueblo.

Surgen las luchas intestinas de interéses y de negación a una identidad que unos acogen con beneplácito y que otros desechan por racismo y ficticio deseo de seguir siendo llamados hijos de la madre patria España.

Al producirse la constitución del 6 de noviembre de 1844 en San Cristóbal, Los trinitarios sientan las bases para el desarrollo de una nueva sociedad, un nuevo país con altos principios éticos y morales; surgen las ideologías mas puras del nacionalismo, el respeto y la convivencia pacifica que se evidenciaba en los discursos y escritos de los precursores de nuestras libertades democráticas. Un Juan Pablo Duarte que decía: “Sed justos, lo primero, si queréis ser libres y felices” y la determinación y fuerza moral de un Francisco del Rosario Sánchez que dijo: “Entro por Haití, porque no puedo hacerlo por otra parte, pero si alguien pretendiere mancillar mi nombre, decidle que soy la bandera dominicana.

La supertolerancia presenta la homosexualidad como aceptable y normal, al grado de dominar, casi completamente, los medios de comunicación de masa

Palabras e ideas como las de Los trinitarios fueron las que mantuvieron el espíritu patriótico, nacionalista y ético de hombres como Francisco A. Caamaño, Juan Bosh y José Francisco Peña Gómez, entre otros valientes y honestos dominicanos para propugnar por un régimen de derechos y respeto permanente en Republica Dominicana y que vimos reflejarse en todos aquellos dominicanos que a pesar de las limitaciones se revelaron ante las dominaciones extranjeras y la de los dictadores anarquistas que como Pedro Santana, Ramón Cáceres, Buenaventura Báez, Ulises Heraux, Leonidas Trujillo y el dueto Balaguer-Ramfis nos Subyugaron y humillaron en reiteradas ocasiones.

¿Qué ocurre entonces hoy?

No logramos reponernos bien de los 30 años de opresión trujillista y nos cae una invasión de los norteamericanos que viene a frenar nuevamente el desarrollo moral, político y económico de nuestro pueblo.

Mi énfasis en la ética y la moral es por el hecho de que en cada uno de esos periodos importantes de nuestra historia de una u otra manera se violentaron esos principios.

Primero los españoles violaron a nuestras indias y quien sabe en que tipo de depravaciones las hundieron; esclavizaron a los hombres y los presionaron hasta exterminarlos.
Luego los haitianos nos llenan de nuevos dioses y ritos, casi todos fundamentados en la explotación y exhibición de la eroticidad emanada de los contoneos rituales de los cuerpos humanos desnudos, sumado todo esto a las aberrantes prácticas de la sodomía, los incestos y las violaciones sexuales públicas. Más tarde la dominación de un Trujillo egomaniaco que se daba el lujo de tener a la mujer que quería, sin importarle la edad, el color ni el abolengo; y que hizo fortuna para si y su familia en base a la explotación de la miseria económica y la pobreza intelectual de la generalidad de los dominicanos y dominicanas de entonces.

Logramos salir airosos de un a guerra civil en 1965 y echar, aparentemente fuera a los invasores gringos, pero no para todo ahí. Los intereses de las fuerzas neocolonialistas norteamericanas se enfrentaban a la lucha ideológica contra la unión soviética y Cuba y ponen el ojo en el caribe antillano; habían perdido el poder de Cuba por la lucha liderada por Fidel Castro, así que no podían darse el lujo de permitirse perder sus influencias en La Española. Para nadie puede ser un secreto en este país el hecho de que de una u otra forma es Norteamérica la que decide nuestro destino político social y en cierto grado moral. Eso quedó demostrado con el ascenso al poder del Dr. Joaquín Balaguer, cortesano de Trujillo y su principal cerebro durante los 30 años de dominación y quedo demostrado también con el extraño fenómeno que representa la desaparición de nuestro bello y significativo folklore. Desaparece el merengue típico, mengua la practica de nuestros bailes y entra a dominar la onda del pop, rock y posteriormente el reggae, rap y reguetón.

Si pudiéramos hacer una lista de los actores de nuestra historia reciente, discriminando entre protagonistas y mártires y la comparásemos con la lista de los actuales funcionarios y dirigentes políticos de hoy tendríamos la obligación de golpearnos la cabeza contra el techo al descubrir la realidad. Lo mismo podemos observar en las esferas de poder de las fuerzas represivas de la nación ¡Diablos! ¡Nos manejan las mismas personas de siempre! con la agravante de que los que lucharon por nuestra liberación hoy están sumados a los que nos manipulan y explotan.

Dos fenómenos se han fortalecido en el accionar político: La supertolerancia y la impunidad; y un nuevo actor ha penetrado a las esferas de poder, el narcotraficante, al que públicamente se sataniza, pero que de manera soterrada se endiosa, pues es el que patrocina las campañas de nuestros políticos.

Asistimos a la creación y desarrollo de una colonia española que solo fue útil para sacar nuestro oro hacia la madre patria, exterminar a los pobladores indígenas inocentes y de sencillo vivir
Un elemento más se suma para acelerar el proceso de degeneración e involución moral, las drogas narcóticas. Se avanza con alta celeridad en el aspecto tecnológico, medico, científico; se globaliza la información y la permisibilidad en lo que dicen y muestran los medios de comunicación de masa es extrema.

La supertolerancia presenta la homosexualidad como aceptable y normal y esta clase también entra al ruedo social en política, prensa y arte al grado de casi dominar en su totalidad los medios de comunicación de masa.

Los protagonistas del microtráfico de drogas se mueven libremente en nuestros barrios, haciendo extremas ostentaciones económicas, desmanes y exhibiciones de poder con el apoyo de las autoridades políticas y la complicidad de agentes de las fuerzas represivas de la nación, los cuales, a veces cobran por el silencio y la protección descarada que les dan.

Ya no me sorprende el hecho de que nuestros jóvenes quieran celebrar Halloween, el día de gracias norteamericano, y se hallan inventando los denominados rapa-partys como imitación de las fiestas jóvenes y adolescentes norteamericanas; es que hemos sido penetrados en todo el sentido de la palabra y esto ha sido en todos los aspectos y esferas: en el arte, en la religión, en la cultura, en la política, en la costumbre, en todo.

Esto debe obligarnos a redefinir la palabra ética y a reformular nuestro concepto de moral. Tomemos en cuenta que nuestros orígenes nos llevaron a tener una moral, una fe y una idea fundamentada en principios cristianos, pero actualmente habría hasta que redefinir la palabra cristianismo, pues este ahora se practica más acomodadicimamente que antes.

Nuestra identidad se fue por la borda de un barco que naufraga y todo esto ante la mirada indiferente de nuestros sociólogos que solo se dedican al estudio de tradiciones mágico religiosas, bailes negros y tipos de mascaras carnavalescas, dejando de lado lo relativo a la moral, al comportamiento social, a la perdida del patriotismo, el nacionalismo, el civismo y en definitiva, a todo lo relativo a nuestra identidad como pueblo único, perrillos de Dios (Dominicanos).

Me pregunto ¿Estará ocurriendo lo mismo en toda Latinoamérica? ¿O solo nos ha tocado a nosotros? Me siembra dudas el hecho de que nuestra isla quisqueyana tiene la manía de ser primada de America.

Quiero señalar finalmente que lo que digo, lo digo con alta responsabilidad y conciencia, por lo que no me importa que se me llame desadaptado social, ni que se me critique del modo que sea, pues lo que pretendo es despertar la conciencia dormida de los dominicanos y dominicanas y llamar la atención de los latinos que de una u otra manera han pasado por las mismas que nosotros. Pretendo llamar la atención de los que hacen la historia y de los que estudian los procesos de transformación social, a los fines de que estos no solo vean ocurrir los cambios, sino, que puedan sugerir formulas para que dichos cambios afecten a nuestras sociedades de forma positiva y no que continúen impactándonos de la manera tan negativa que lo han hecho. Pretendo llamar la atención de las autoridades educativas y de aquellos que tabulan planes en cuartos fríos para supuestamente transformar los procesos de enseñanza aprendizajes sin previamente haber bajado a la realidad para tomarla en cuenta al momento de planificar.
Finalmente, pretendo que nos preguntemos con plena conciencia crítica: ¿Vivimos un proceso de evolución social, ética y moral? ¿O nos enfrentamos a una acción permanente de retroceso e involución hacia el hombre animal?

¡Dios! ¡Me la lucí!

jueves, 4 de febrero de 2010

MES DE LA PATRIA





26 DE ENERO AL 27 DE FEBRERO
DE 2010

PARA DESPERTAR LOS SENTIMIENTOS PATRIOTICOS Y NACIONALISTAS.

PARA INCENTIVAR EL INTERÉS POR LOS HECHOS HISTÓRICOS QUE DESENCADENARON EN LA LUCHA POR LA LIBERACIÓN DE LA REPÚBLICA DOMINICANA..

PARA CONOCER LA IMPORTANCIA DEL NACIMIENTO DE UN PAÍS LLAMADO REPÚBLICA DOMINICANA.

¡APOYANOS!
¡PARTICIPA!

PARA MAYOR INFORMACIÓN VISITA NUESTRO WEBSITE:

http://sites.google.com/site/escuelabasicalajavilla/

¡BIENVENIDOS AL RINCÓN DE LA JAVILLA!

¡BIENVENIDOS AL RINCÓN DE LA JAVILLA! ESTE ES EL PORTAL INTERACTIVO DE LA ESCUELA BÁSICA LA JAVILLA CON ASIENTO EN LA COMUNIDAD DEL MISMO NOMBRE EN CRUZ GRANDE DE VILLA MELLA.
PRETENDEMOS SER UNA FUENTE DE INFORMACION RICA Y FLUIDA PARA QUE LOS/LAS ESTUDIANTES DE LOS NIVELES BÁSICO Y MEDIO PUEDAN RESOLVER MINIMAMENTE SUS PROBLEMAS DE CARENCIA DE INFORMACIÓN Y MATERIAL DE CONSULTA.
PRETENDEMOS SER UN PORTAL DIDACTICO E INFORMATIVO QUE NO SOLO UTILICE EL ESTUDIANTE, SINO, TAMBIEN EL MAESTRO.
PRETENDEMOS SER LA PUERTA DE PROMOCIÓN DE LOS TALENTOS DE VILLA MELLA Y SANTO DOMINGO NORTE.